viernes, 28 de agosto de 2009

COMO ES EL MUNDO SEGUN LOS SIOUX

Los lakota y los demás pueblos de las praderas de Norteamérica, agrupan cuanto existe en el mundo en grupos de cuatro.

Según ellos cuatro son las direcciones: el Poniente, el Norte, el Sur y el Oriente.El tiempo también se divide en cuatro: el día, la noche, las lunas y el año. Todas las plantas que b
rotan de la tierra tienen cuatro partes: las raíces, los tallos, las hojas y los frutos.

Cuatro son las especies de seres que respiran: los que se arrastran, los que vuelan, los que caminan en cuatro patas y los que caminan en dos.

Hay cuatro cosas sobre nuestra
tierra: el Sol, la Luna, el cielo y las estrellas. Cuatro son las deidades: los Grandes, los Ayudantes de los Grandes, los que están por debajo de ellos y los Espíritus.

La vida del hombre también se divide en c
uatro etapas: la primera infancia, la niñez, el estado adulto y la vejez. Por último los hombres tienen cuatro dedos en sus cuatro manos y pies. Los dedos pulgares y dedos gordos de los pies están frente a ellos para ayudarlos a trabajar y también son cuatro.

El Gran Espíritu hizo todo en grupos de
cuatro y los hombres deben obedecer esta norma y agrupar las cosas y tiempos así.

Además, las cuatro partes del mundo tienen forma de un círculo, pues el Gran Espíritu también quiso que todo fuera circular.

Éstas son las palabras de un chamán de los oglala, que son parientes de los lakota:

"El Gran Espíritu hizo que todo fuera circular, excepto las piedras. Por eso las piedras destruyen. El Sol y el cielo, la Luna y la Tierra son redondos como escudo, el cielo además es hondo como un cuenco. Cuanto respira es redondo, como el cuerpo de los hombres. Cuanto crece de la tierra es redondo como los tallos. Si así lo hizo el Gran Espíritu, los hombres deben considerar al círculo sagrado, pues es el signo de la naturaleza. Es el signo de los cuatro confines d el mundo y los vientos que entre ellos vuelan. También es el signo del año. El día y la noche, la Luna, dan vueltas en el cielo. El círculo es el signo de los tiempos."

Por eso los oglala y los demás hacen redondos sus tipis. También sus campamentos son circulares y se sientan en ruedas durante las ceremonias.

El círculo es el refugio y la casa. Los adornos en forma de círculo representan el mundo y el tiempo.

Cuando los hombres se sientan en un círculo alrededor de una fogata para fumar la pipa sagrada, la pasan de uno a otro y dicen:

"En círculo te paso esta pipa, a ti que con el Padre vives; en círculo hacia el día que comienza; en círculo hacia el hermoso; en círculo completo por los cuatro lugares del tiempo. Paso la pipa al padre, con el cielo. Fumo el Gran Espíritu. Séanos dado tener un día azul".

MARPIYAWIN Y LOS LOBOS.- LEYENDA SIOUX



Los sioux eran una tribu viajera, iban de campamento en campamento, a lo largo del año. Se sentían a gusto en cada nuevo lugar pues no se mudaban a sitios extraños, sino que conocían bien todos los mejores lugares para establecer sus aldeas. Alzar y bajar los tipis era una tarea fácil a la cual estaban acostumbrados y que realizaban con gran rapidez.

Cuando escaseaba la pastura para los caballos, cuando la caza se alejaba, cuando el agua de un arroyo era más abundante en otro sitio o cuando llegaba el invierno, los sioux movían sus campamentos.

Un día, la aldea entera estaba en marcha. Muchas mujeres y niños formaban la partida. Numerosos caballos de carga acarreaban los tipis y enseres; los hombres cuidaban los caballos de guerra y de caza; todos avanzaban. Entre ellos, iba una joven con un
perrito. El cachorro era juguetón y ella lo quería mucho, pues lo había cuidado desde recién nacido, cuando aún no abría los ojos.

El camino se le hacia corto pues el cachorro jugaba con ella y los demás muchachos.

Cuando oscureció, vio q
ue el perro no estaba. Lo buscó en el campamento y vio que nadie lo tenía. Lo llamó. "Tal vez se habrá ido con los lobos, como otros perros de la aldea, y regresar pronto. Tal vez volvió al viejo campamento", pensó la muchacha recordando las costumbres de los demás perros de la aldea.

Sin decir ni una palabra a nadie, regresó a buscarlo. No había riesgo de perderse, conocía bien el camin
o. Volvió hasta donde quedaban las huellas del campamento de verano, allí durmió. Esa noche cayó la primera nevada de otoño sin despertarla. A la mañana siguiente, reanudó la búsqueda.

Esa tarde nevó más fuerte y Marpiyawin se vio obligada a refugiarse en una cueva. Estaba muy oscura, pero la protegía del frío. En su bolsa llevaba wasna, carne de búfalo prensada con cerezas ùsemejante al queso secoù, y no tendría hambre.

La muchacha durmió y en sueños tuvo una visión: los lobos le hablaban y ella les entendía; cuando ella les dirigía la palabra, también parecían comprenderla. Le prometieron que con ellos no pasaría hambre ni frío. Al despertar, se vio rodeada de lobos pero no se asustó.

Varios días duró la tempestad y los lobos le llevaban conejos tiernos para que comiera; de noche, se acostaban junto a ella para calentarla. Al poco tiempo eran ya muy amigos.

Cuando la nevada escampó los lobos se ofrecieron a llevarla a la aldea de invierno. Atravesaron valles y arroyos, cruzaron ríos y subieron y bajaron montañas hasta llegar al campamento donde estaba su gente. Allí Marpiyawin se despidió de sus amigos. A pesar de la alegría que sentía de volver con los suyos, se entristecía de dejar a los lobos. Cuando se separaron, los animales le pidieron que les llevara carne grasosa a lo alto de la montaña.

Contenta, ella prometió volver y se dirigió al campamento.

Cuando Marpiyawin se acercó a la aldea, percibió un olor muy desagradable. ¿Qué sería? Era el olor de la gente. Por primera vez se daba cuenta de cuán distintos son el olor de los animales y el de las personas. Así supo cómo rastrean los animales a los hombres y por qué su olor les molesta. Había pasado tanto tiempo con los lobos que había perdido su olor humano.

Los habitantes de la aldea se pusieron felices al verla, pensaban que la había secuestrado alguna tribu enemiga. Ella contó su historia y señaló a los lobos; apenas se veían sus siluetas dibujadas contra el cielo, en lo alto de la montaña.

-Son mis salvadores -les dijo,
gracias a ellos estoy viva.

La gente no supo qué pensar. Todos le dieron carne para que la ofreciera a los lobos. Estaban tan contentos y

sorprendidos que mandaron un mensajero a cada tipi, para avisar que Marpiyawin había regresado y para pedir carne para sus salvadores.

La muchacha llevó la comida a los lobos;
durante los meses de crudo invierno alimentó a sus amigos. Nunca olvidó su lengua y, a veces, los gritos de los lobos que la llamaban se oían por toda la aldea. Se hizo vieja, los demás le preguntaban lo que querían decir los lobos. Así, sabían si se acercaba una nevada o si merodeaba algún enemigo. Fue así como se le dio a Marpiyawin el sobrenombre de Wiyanwan si kma ni tu ompiti: la vieja que vivió con los lobos.



jueves, 27 de agosto de 2009

MITOS Y LEYENDAS DE SIOUX Y CADDOAN


Cuentan las leyendas sioux que Ictinike, hijo del dios del Sol, había ofendido a su padre y por ello fue expulsado de las regiones celestiales; era un joven tan tramposo y tan sin palabra, que fue él quien enseñó a los hombres toda la maldad, hasta el punto que se le llamó Padre de la Mentira.

Para la tribu omaha, Ictinike también había enseñado la guerra a los humanos y, por eso mismo, se le tenía por dios de los hombres en armas.

De él se contaban fábulas a favor y en contra de su astucia, se le asociaba con los correspondientes animales totémicos, como el conejo, el castor, el buitre, el águila, la rata amizclera, el martín pescador, la ardilla, etc., y de esas fábulas se extraían las correspondientes lecciones morales.

También los sioux tenían sus leyendas de héroes, como la venganza de Wabaskaha, la historia de Pluma Blanca, el matador de gigantes, la historia del Conejo y las muy abundantes de espíritus-serpientes, como los veinte hombres-serpiente, la del ogro-serpiente, la de la esposa-serpiente, etc., pero su cosmogonía se limita a un relato ancestral de un pueblo subterráneo, que trepó por las raíces de unas viñas hasta ver el maravilloso mundo exterior.

Al conocerse la noticia, todos trataron de alcanzarlo, pero la raíz cedió y sólo la mitad llegó al mundo de fuera.

Tras la muerte, los buenos podrán llegar hasta aquel pueblo sumergido y los malos se quedarán en el camino.

Tampoco es muy rico el acervo mitológico de los caddoans, un grupo en el que está la muy famosa tribu de los Pawnee.

Destaca la figura de Atius Tiráwa, el gran espíritu creador y jefe de los astros y las estrellas, y se cuentan historias de animales simbólicos, como la del cazador desposado con la mujer-búfalo para convertirse en el héroe que aseguró abundante alimento para siempre a los Pawnee, o la del sabio y buen hombre-oso, un joven que admiraba a los osos desde su infancia, pero que ya adulto, fue muerto en una emboscada de sus enemigos sioux, pero que fue resucitado y cuidado por una osa que reconoció a aquella criatura amiga; después, una vez curado, el joven regresó a su tribu, no sin hacer que sus hermanos aprendiesen la sabiduría del oso y pudieran seguir su ejemplo de gran guerrero.

Ese don es el que la nación Pawnee recuerda con su danza ritual del oso.

miércoles, 26 de agosto de 2009

CEREMONIA DE LA PLEGARIA DE LA PIPA


Oh Gran Espíritu
cuya voz oigo en los vientos
y cuyo aliento da vida a todo el mundo, escúchame!.

Soy pequeño y débil, necesito tu fuerza y sabiduría.

Déjame caminar en la belleza y hacer que mis ojos
contemplen para siempre el ocaso rojo y púrpura.

Haz mis manos respetuosas de las cosas que has hecho
y mis oídos agudos para oir tu voz.

Hazme sabio para que pueda entender las cosas que has enseñado a nuestro pueblo.

Déjame aprender las lecciones que ocultaste en cada hoja y piedra.

Busco fuerza, no para ser más fuerte que mi hermano,
sino para luchar contra mi peor enemigo, yo mismo.

Haz que siempre esté listo a acudir a tí con manos limpias y ojos rectos.

De modo que cuando la vida se desvanece como el sol en el ocaso,
mi espíritu pueda acudir a tí sin vergüenza.

martes, 25 de agosto de 2009

ASÍ SE HIZO EL SIOUX




Quizás el Gran Espíritu, Wakan Tanka, estaba enojado con nosotros por alguna razón. Quizá le dejó ganar a Unktehi porque quiso mejorar como ser humano. Bien, las aguas crecieron más y más. Todo se inundó a excepción de una colina próxima al lugar donde yace todavía la sagrada pipa roja. La gente ascendió hasta allí para salvarse, pero no sirvió de nada. El agua barrió la colina. Las olas derribaron las rocas y los pináculos, lanzándolos sobre la gente. Todos murieron y la sangre derramada formó un estanque gigantesco. La sangre regresó hasta donde estaba la pipa y creó el estanque de la pipa, la sepultura de los antiguos moradores. Ésa es la razón por la que la pipa, hecha de aquella roca roja, es tan sagrada para nosotros. Su roja escudilla es la carne y la sangre de nuestros ancestros, su tallo es el espinazo de esa gente muerta desde hace tiempo, el humo que sube desde allí es su hálito. Le cuento que, aquella pipa, aquella chanupa, cobró vida cuando se usó en una ceremonia; puede sentirse el poder que emana de ella. Unktehi, el gran mostruo de agua, también se convirtió en piedra. Quizá Tunkashila, el Espíritu Abuelo, lo castigó por crear la inundación.
Sus hu
esos están ahora en las Tierras malas. Su espalda forma parte de una alta y larga cresta. Pueden verse sus vértebras clavadas en una gran hilera de rocas rojas y amarillas. Las he visto. Me asusté cuando estuve sobre aquella cresta, se movía a mis pies, pretendiendo que me descalabrase. Entonces, cuando murió toda aquella gente hace tantas generaciones, sobrevivió una pequeña y hermosa niña. Sucedió por aquí: cuando el agua alcanzó la colina donde ellos trataron de buscar refugio, un águila que parecía enorme, Wanblee Galeshka, bajó y la cogió de un pie reteniéndola con sus garras. El águila voló con su carga a la cima de un alto árbol y se posó sobre el pináculo más alto de la piedra en la Colinas Negras, que era su hogar. Fue el único sitio que no cubrió el agua. Si la gente hubiese llegado hasta allí, se habría salvado, pero la roca era lisa, afilada y empinada como los rascacielos que hay ahora en las grandes ciudades. Mi abuelo me contó que quizás la roca no estaba en las Colinas Negras; tal vez era la Torre del Diablo, el nombre que los hombres blancos dan a aquel lugar en Wyoming. Ambos lugares son sagrados. Wanblee se quedó con la hermosa niña y la hizo su esposa. Entonces había una conexión más cercana entre los humanos y los animales. Su esposa quedó embarazada y tuvo mellizos, un niño y una niña. Era muy feliz y dijo: «Ahora otra vez habrá personas, Washtay, eso es bueno». los niños nacieron allí mismo, en la alto de ese acantilado. Cuando finalmente descendieron las aguas, Wanblee ayudó a los niños ya su madre a bajar de la roca y los dejó en la tierra, diciéndoles: «Fonnad una nación, convertios en una gran nación -el lakota Oyate-». El niño y la niña crecieron. Él era el único hombre sobre la tierra, ella la única mujer en edad de procrear un niño. Se casaron y tuvieron hijos. y así se creó una nación. "Así que descendemos del águila. Somos la nación del águila. Que es bueno, algo de la cual enorgullecerse, porque el águila es la más sabia de las aves. Es el Gran Espíritu mensajero, es una gran guerrera. Es por eso que siempre nos adornamos con plumas de águila, y todavía la seguimos haciendo".

domingo, 23 de agosto de 2009

EL PRIMER ATRAPASUEÑOS.- LEYENDA SIOUX


Hace mucho tiempo cuando el mundo era aún joven, un viejo chamán Lakota estaba en una montaña alta y tuvo una visión. En esta visión Iktomi -el maestro de la sabiduría- se le aparecía en forma de una araña. Iktomi hablaba con él en un lenguaje secreto, que solamente los iniciados lakotas comprenden. Mientras hablaban entre ellos, Iktomi -la araña- tomó un trozo de madera del sauce más viejo. Le dio forma redonda y con plumas que tenía a mano, pelo de caballo, cuentas y adornos... empezó a tejer una telaraña. Hablaron de los círculos de la vida, de cómo empezamos la existencia como niños y crecemos, pasando de la infancia a la adolescencia, después a la edad adulta para llegar, finalmente, a la vejez -cuando debemos volver a ser cuidadosos- como cuando éramos los más jóvenes, completando así el círculo. Iktomi dijo -mientras continuaba tejiendo su red- "En cada tiempo de la vida hay muchas fuerzas, unas buenas otras malas- Si te encuentras con las buenas ellas te guiarán en la dirección correcta. Pero si escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán, te guiarán en la dirección equivocada". -Y continuó- Hay muchas fuerzas y diferentes direcciones y algunas pueden ifluir en la armonía de la naturaleza. También cuentas con el Gran Espíritu y sus enseñanzas". Mientras la araña hablaba continuaba tejiendo y tejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro. Cuando Iktomi terminó de hablar, le dio al anciano lakota la red y le dijo: "Mira la telaraña. Es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero. Úsala para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sus sueños y sus visiones. Si crees en el Gran Espíritu, la telaraña atrapará tus buenas ideas y las malas se irán por el agujero". El anciano Lakota, le pasó su visión a su pueblo y ahora los indios usan el atrapasueños como la red de su vida. Se cuelga encima de las camas de los niños, en cada tipi para escudriñar los sueños y las visiones. Lo bueno de los sueños queda capturado en la telaraña de la vida y enviado con ellos. Lo malo escapa a través del agujero del centro y no será nunca más parte de ellos. Y así es cómo los Lakota creen que los atrapasueños protegen su destino.

QUE SON LOS ATRAPASUEÑOS

Cuentan los mitos que…


los atrapasueños, originarios de Ojibwa (Norteamérica), consistían en una especie de círculo o gota de agua de aspecto similar a una tela de araña con un espacio vacío en su centro, que se colgaban encima de la cabecera de las camas para proteger a las personas de pesadillas y terribles visiones que pudieran sufrir.

Cazadores de sueños
Cuando contemplamos a un niño durmiendo, no podemos evitar preguntarnos qué estará pasando por esa cabecita, qué mundos estarán recorriendo sus sueños.

Y en el afán de protegerlos, nos gustaría poder hacerlo también en esos territorios oníricos.

¿Qué es un atrapasueños?
El atrapasueños (como su nombre indica) atrapaba en la red los buenos pensamientos y sueños, dejando escapar por su círculo central las pesadillas y demás horrores nocturnos.Un atrapasueños

Los atrapasueños, también llamados cazadores de sueños, se denominaban "Bawaadjigan" en el lenguaje ojibwe de los sioux, quienes luego se dividieron en los sante (isanyati, los que viven cerca de Knife Lake), lakotas centrales y teton (lakotas).

Estas culturas sostenían la creencia de que los sueños eran mensajes del mundo espiritual.

De esta manera, el atrapasueños funcionaba como un filtro de sueños y visiones, que protegía contra las pesadillas.

Los lakotas, particularmente, llegaron a creer que el atrapasueños sostiene el destino de su futuro, y es propicio para la buena fortuna y la armonía familiar, aparte de los buenos sueños.

Los sioux eran nómadas, se desplazaban siguiendo a los búfalos.

Su vivienda, los tipis, circulares, eran unas varas cubiertas con piel de búfalo, que se podían armar y desarmar con facilidad.

La comunidad india creía que el poder del mundo siempre actúa en círculos.
Vivienda india
El círculo era importante porque representaba la armonía con el universo y las leyes de la Naturaleza.

Celebraban sus asambleas en círculo y danzaban alrededor de la hoguera haciendo círculos.

Eran fieros guerreros, pero fueron también los que concibieron "los cazadores de sueños o atrapasueños".

Sobre su origen hay tres leyendas, que yo sepa.

En las tres está presente la araña tejiendo su telaraña... también circular.

La primera la protagoniza una joven doncella india
Doncella india
Cuenta una vieja leyenda sioux que hace muchas lunas a una joven doncella india se le reveló, en un sueño, la manera como estaba tejida una tela de araña.

Ella aprendió a tejer una red e hizo el primer atrapasueños.

A la doncella se le dijo que el atrapasueños cazaría los malos sueños y fortalecería la conexión entre la Madre Tierra y el mundo de los espíritus.

Solo los buenos sueños podrían encontrar su camino a través del pequeño agujero del centro.

La segunda leyenda la cuenta una mujer sioux
Una vez llegó una gran sequía. Fue tan grande que nuestras hierbas ya no crecían, nuestros animales caían, nuestra siembra no se daba, y nuestra gente pasó hambre.

Tal privación de agua nos costó dos vidas: la de un anciano y la de un niño.

Decidimos reunirnos junto al Gran Espíritu y, allí, esperar que nos fuera dada la sabiduría para aprender de esta situación, y también para buscar la solución.

El acuerdo era que el círculo de mujeres del pueblo mantendríamos encendido el fuego y la pipa hasta que nos fuera revelado lo que debíamos aprender.Mujer siux

Sosteniendo el círculo y compartiendo el rezo, de pronto apareció la abuela araña, con su sabiduría ancestral, y tomó el lugar que una mujer había dejado recientemente.

Una vez en el círculo, la abuela araña nos empezó a hablar:

"Nuestro pueblo vivía en abundancia. Teníamos comida, abrigo, amor, vivienda, afecto y todo lo necesario.

Era tal la abundancia de cada día que perdimos la noción de lo que nos era concedido por la generosidad del sol, la lluvia, la tierra, el fuego, el mundo verde, el mundo de las piedras, el de los animales, y nos olvidamos de agradecer.

Creímos que todo nos pertenecía sin reconocer el perfecto equilibrio que sostenía nuestro bienestar.

Así es que la hermana lluvia había sido la encargada de recordarnos la abundancia con que habíamos vivido hasta el momento privándonos de su bendición".

Nos dijo la abuela araña que nos enseñaría a tejer una telaraña donde colocar nuestro propósito, pedir lo que deseáramos en las cuatro direcciones.

Cuando nuestro propósito fuera alcanzado, debíamos ofrecer nuestro atrapasueños al agua, la tierra o el fuego. Así nos dejó su enseñanza y se retiró.

Y así comenzamos a tejer nuestro atrapasueños, y nada más dar las últimas puntadas sobre la tela, comenzaron a caer las primeras gotas. Iniciamos de esta manera la tradición de las tejedoras de atrapasueños, mujeres agradecidas que entregan sus propósitos y vuelven a agradecer.

La tercera leyenda tiene como protagonista a un anciano de la tribu de los indígenas lakotas, de origen sioux, que reza así:

Hace mucho tiempo, cuando el mundo era aún joven, un viejo líder espiritual lakota –nombre que también reciben los sioux– estaba en una montaña alta y tuvo una visión.

En esta visión, Iktomi –el gran maestro de la sabiduría india– se le aparecía en forma de una araña, hablándole en un lenguaje sagrado que solo los líderes espirituales pueden entender.

Mientras le hablaba, Iktomi –la araña– tomó un trozo de rama del sauce más viejo.

Le dio forma redonda y con plumas, pelo de caballo, cuentas y adornos, y empezó a tejer una telaraña.

Hablaron de los círculos de la vida, de cómo empezamos la existencia como bebés y crecemos hacia la niñez y después a la edad adulta, para llegar finalmente a la vejez, cuando debemos volver a cuidar de los bebés, completando así el círculo.

Mientras hablaba, iba tejiendo una tela de araña en forma de espiral de fuera hacia dentro de un círculo y le iba relatando el sistema de fuerzas y contrafuerzas buenas y malas que configuraban el mundo y animándolo a escoger las positivas para así dirigirse a cada paso hacia la buena dirección, que no es siempre la misma ni la única.

Pero Iktomi dijo –mientras continuaba tejiendo su red–: "en todo momento de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas, otras malas.

Si te encuentras con las buenas, ellas te guiarán en la dirección correcta.

Pero si escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán y te guiarán en la dirección equivocada".

Y continuó: “Hay muchas fuerzas y diferentes direcciones, y pueden interferir con la armonía de la Naturaleza.

También con el gran espíritu y sus maravillosas enseñanzas".

Mientras la araña hablaba, continuaba entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro.

Alrededor del círculo, Iktomi iba sujetando ofrendas que representan objetos de poder, como plumas, pelos, semillas o piedras, para recordarle que, como diría Alce Negro, todos los seres vivos, tengan pies, alas o raíces, son hijos del padre cielo y la madre tierra.

Cuando Iktomi terminó de hablar, le dio al anciano lakota la red y le dijo:

"Mira la telaraña, es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero; úsala para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sus sueños y sus visiones.

Si crees en el Gran Espíritu, la telaraña retendrá tus buenas ideas, que descenderán por las plumas hasta ti, y las malas desaparecerán al amanecer por el agujero".

El anciano lakota transmitió la visión a su gente y ahora los indios usan el atrapasueños como la red de su vida.

Lo cuelgan encima de las camas, en su casa, para escudriñar sus sueños y visiones. Lo bueno de los sueños queda capturado en la telaraña de la vida y vive con ellos.

Lo malo escapa a través del agujero del centro y no será nunca más parte de ellos.

Dicen que si colocas un atrapasueños cerca del lugar donde duermes, las pesadillas quedan enganchadas en la red, ya que solo los buenos sueños son capaces de encontrar su camino a través del pequeño agujero en el centro.

Un atrapasueños en tu cabecera
Para que en las noches oscuras, cuando te visiten tus sueños, los buenos no tengan por donde escapar y queden atrapados dentro.



Esos sueños que te alegran y te hacen sentir contento, para que nunca se escapen, así quedaran seguros y atrapados en tu atrapasueños.

Los sueños malos se cansarán de visitarte sin poder sentirse eternos.

Sueños que se marcharán despavoridos huyendo por el agujero ya no te podrán hacer daño, ni volverás a tenerlos. Ahora dormirás seguro por tener tu atrapasueños, y ya no hará falta decirte:

“¡Que tengas felices sueños!”.

miércoles, 19 de agosto de 2009

EL CUENTO DEL OSO DEL BOSQUE.- SABIDURÍA ANCESTRAL

El Oso del Bosque se quejaba siempre porque no era capaz de encontrar a una mujer que quisiera ser su compañera, mostrando al observador sus sentimientos de inadecuación. En otros tiempos, solía proclamar la multitud de cualidades que debería poseer cualquier hembra que llegara a tener el honor de ser su mujer, revelando su exagerada, y aun así, frágil vanidad.
Un día, el sabio padre de Oso del Bosque lo llamó y tuvo una charla con su confundido hijo. Dijo a Oso del Bosque que él mismo se había creado su soledad. Le explicó que las mujeres evitan a los hombres que se niegan a ver la belleza interna en las demás personas, limitándose al cuerpo físico o a las ventajas sociales.


El hombre que busca la perfección total en una mujer muestra al mundo que está profundamente herido y que no tiene una idea real de lo que es un hombre. Si un hombre sabe quién es y qué quiere, puede aceptar sus fuerzas y sus errores con igual humildad.
Cuando un hombre ha sanado sus inseguridades, no necesita que una mujer perfecta llene lo que a él le falta. Puede amar a los demás por lo que son, no por lo que parecen o lo que hacen.
El padre del Oso del Bosque esperó que sus palabras hicieran mella en él, y entonces habló con su corazón:
Hijo mío, todos los seres humanos usan cualquier método para defender las heridas que tienen dentro, pero es el uso de esas mismas defensas lo que impide que la gente se cure. No puedes disparar flechas al mundo con tus palabras y actitudes sin hacer daño a otras personas heridas que también defenderán sus heridas con sus propias flechas


(Cuento de la Octava Luna del libro “La medicina de la Tierra” de Jamie Sams.Ilustración: Winold Reiis)

martes, 18 de agosto de 2009

SOBRE EL SILENCIO

El primer americano mezclaba una humildad singular con su orgullo. La arrogancia espiritual era extraña a su naturaleza y enseñanza. Nunca sostuvo que el poder del lenguaje articulado fuese prueba de superioridad sobre la
tonta creación; para él es más bien un don peligroso. El Indio cree profundamente en el silencio —señal de un
equilibrio perfecto. El silencio es el balance o equilibrio absoluto de cuerpo, mente y espíritu. El hombre que mantiene
su individualidad siempre calmada y firme ante las tormentas de la existencia —ni una hoja, por así decirlo, se mueve
en el árbol, ni una ola en la superficie del reluciente estero— tiene la actitud y conducta de vida ideal en la mente del
sabio iletrado.
Si le preguntas "¿Qué es el silencio?", responderá "¡Es el Gran Misterio! ¡El silencio sagrado es Su voz!" Si preguntas:
"¿Cuáles son los frutos del silencio?", él dirá: "Son el autocontrol, la verdadera valentía o resistencia, la paciencia, la
dignidad y la reverencia. El silencio es la piedra angular del carácter."


(Extractos del libro "The Soul Of The Indian"
por Ohiyesa (Dr. Charles Alexander Eastman),
publicado por primera vez en 1911
por la University of Nebraska Press.
Resumen y traducción de Cheryl Harleston)

lunes, 10 de agosto de 2009

LA LEYENDA DEL AGUILA

La leyenda del águila... historia de los indios de Alaska

El águila no siem- pre fue un águila. El águila, antes de convertirse en águila, era Ukatangi, el parlanchín. Ukatangi hablaba y hablaba. Hablaba tanto, que solo se oía a sí mismo.
No oía el río, no oía el viento, ni siquiera oía al lobo.


El cuervo se acercó y le dijo -"el lobo está hambriento, si dejas de hablar, lo oirás, y al viento también y cuando escuches el viento, entonces podrás volar"

Asi que dejó de hablar y salió su naturaleza, el águila. El águila se alzó y su vuelo dijo todo lo que necesitaba decir.