jueves, 27 de agosto de 2009

MITOS Y LEYENDAS DE SIOUX Y CADDOAN


Cuentan las leyendas sioux que Ictinike, hijo del dios del Sol, había ofendido a su padre y por ello fue expulsado de las regiones celestiales; era un joven tan tramposo y tan sin palabra, que fue él quien enseñó a los hombres toda la maldad, hasta el punto que se le llamó Padre de la Mentira.

Para la tribu omaha, Ictinike también había enseñado la guerra a los humanos y, por eso mismo, se le tenía por dios de los hombres en armas.

De él se contaban fábulas a favor y en contra de su astucia, se le asociaba con los correspondientes animales totémicos, como el conejo, el castor, el buitre, el águila, la rata amizclera, el martín pescador, la ardilla, etc., y de esas fábulas se extraían las correspondientes lecciones morales.

También los sioux tenían sus leyendas de héroes, como la venganza de Wabaskaha, la historia de Pluma Blanca, el matador de gigantes, la historia del Conejo y las muy abundantes de espíritus-serpientes, como los veinte hombres-serpiente, la del ogro-serpiente, la de la esposa-serpiente, etc., pero su cosmogonía se limita a un relato ancestral de un pueblo subterráneo, que trepó por las raíces de unas viñas hasta ver el maravilloso mundo exterior.

Al conocerse la noticia, todos trataron de alcanzarlo, pero la raíz cedió y sólo la mitad llegó al mundo de fuera.

Tras la muerte, los buenos podrán llegar hasta aquel pueblo sumergido y los malos se quedarán en el camino.

Tampoco es muy rico el acervo mitológico de los caddoans, un grupo en el que está la muy famosa tribu de los Pawnee.

Destaca la figura de Atius Tiráwa, el gran espíritu creador y jefe de los astros y las estrellas, y se cuentan historias de animales simbólicos, como la del cazador desposado con la mujer-búfalo para convertirse en el héroe que aseguró abundante alimento para siempre a los Pawnee, o la del sabio y buen hombre-oso, un joven que admiraba a los osos desde su infancia, pero que ya adulto, fue muerto en una emboscada de sus enemigos sioux, pero que fue resucitado y cuidado por una osa que reconoció a aquella criatura amiga; después, una vez curado, el joven regresó a su tribu, no sin hacer que sus hermanos aprendiesen la sabiduría del oso y pudieran seguir su ejemplo de gran guerrero.

Ese don es el que la nación Pawnee recuerda con su danza ritual del oso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me estoy volviendo adipta a este blog, estoy esperando cada una de las leyendas. Cierto, unas me gustan más que otras, tal vez porque algunas las entiendo mejor que otras...... Pero todas son para disfrutar!!!!!!!!!!!